ESCAPE 60 INTERACTIVO
- tomás lucero
- 20 jul 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar 2019
CREATIVIDAD.
03 de noviembre de 2017.

Resulta que volvimos a ir con el grupo de lógica al Escape 60, ya que la primera experiencia había agradado mucho a todos.
De nuevo dividimos en grupos, y de esta vez fuimos a un tipo de sala diferente. La primera vez habíamos ido a una sala donde te encerraban y tenías 60 minutos para salir. Esta vez fuimos a una sala interactiva, donde simulan una situación y tú eres participante de tal evento. Presencias toda la acción en carne y hueso, y formas parte de los eventos. La historia de nuestra sala contaba que nosotros éramos hijos de gente con mucho dinero, y que habíamos sido secuestrados para chantajear a nuestros padres. El secuestrador te conduce por la actividad, y simula como si realmente estuviésemos secuestrados.
Nunca había tenido una experiencia similar. En estas salas interactivas nos ponían esposas y bolsas en la cabeza, fue muy real. A pesar de ser una experiencia completamente nueva, lo que prevaleció fue el trabajo en equipo. Cuando el secuestrador te llevaba por las etapas del juego, el grupo debía buscar las pistas para intentar escapar. Todos buscábamos las pistas y pensamos juntos para resolver los enigmas. Si alguien encontraba algo, lo decía alto y pedía la ayuda del resto. De esta forma, nuevamente el trabajo en equipo y la coordinación entre todos fue esencial, ya que, si no lo fuera así, no hubiéramos podido salir cada uno por sí.
En nuestra sala el secuestrador elige a un “traidor” y lo lleva a una sala menor, de la cual debe salir. El traidor fui yo. El secuestrador me llevó a una sala y me dejó completamente solo. Yo no supe que hacer. En primer lugar, estuve esposado. En segundo lugar, no pude descifrar solo como salir y entonces cuando se terminó el tiempo yo seguía solo.
Esta vez no pudimos escapar de la sala, pero fue interesante ver como todos nos unimos y trabajamos juntos, para salir de aquella situación a tiempo y todos juntos. También me impresionó ver que, cuando yo estuve solo, no tenía idea que hacer. Busqué pistas y encontré objetos, libros y escrituras. Pero no supe como asociarlas y, consecuentemente, no pude salir de la sala. Realmente el trabajo en equipo es esencial en este tipo de actividades, y me imagino que también debe serlo en otras situaciones de la vida. Además de eso, una vez acabada la simulación, cuando me explicaron qué debía hacer para salir me di cuenta de que no era tan complicado, solo que en mi cabeza mientras intentaba salir, iba a ser algo mucho más complejo. Tenía una idea estigmatizada de que debía buscar algo que pareciera lo suficientemente difícil para salir, cuando en realidad no hacía falta gastarse tanto porque la solución era mucho más simple y lógica.
De todas formas, fue muy entretenido y me hizo pensar mucho.
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