UM SORRISO A MAIS
- tomás lucero
- 22 jul 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 mar 2019
SERVICIO.
17 de marzo de 2018



El mismo día de la pruebaCanguru, hubo otro encuentro de Um Sorriso a Mais.
Esta vez varios compañeros del cole fueron. Además de los amigos que conozco del voluntariado, hubo varios compañeros que fueron por primera vez.
Y esta vez fue muy especial, ya que el encuentro era especial y fueron muchos más niños. Hicimos juegos nomás: no hicimos teatro, ni contamos historias ni conversamos. Fuimos todos a la terraza de la iglesia, y organizamos juegos y deportes: fútbol, tiro libre, el juego de las sillas, el juego de mantener el huevo en la cuchara con la boca, entre otros. Y nos dividimos en pequeños grupos turnándonos en los juegos.
Mi grupo fue perfecto. Los niños eran muy agradables y cariñosos, y estaban muy felices. Aunque ya había ido dos veces antes, fue muy impresionante ver cómo nosotros hacemos una diferencia tan grande en las vidas de los niños, y como realmente se alegran con nuestro programa. Los monitores adultos siempre dicen que los niños tienen mucha carencia familiar y falta de contención, y que ese momento en el que nosotros vamos, donde les damos atención, amistad y amor, hace una enorme diferencia en sus vidas, y en su sufrimiento diario. Me doy cuenta de eso cada vez más.
Cada vez que voy me lleno de alegría de poder ayudar a niños, que están en plena etapa de crecimiento y formación personal, y que la falta de contención es un problema gravísimo, principalmente en esta fase. Agradezco poder darles apoyo, atención, cariño, amistad, que sepan que pueden confiar en mi y que yo estoy allí 100% a la disposición de ellos y de sus necesidades. Son momentos muy especiales para mi.
Aprendo mucho siempre que voy. Aprendo a valorizar lo que tengo y los que me rodean. Aunque me desentienda con mi familia y amigos, y que a veces esté mal, tengo que saber que siempre hay una forma de solucionar las cosas y que gracias a dios estoy en una posición favorecida, rodeado de gente que me quiere y me apoya. Esta diferencia es increíble, y no me imagino lo que debe sentirse ser un niño con padres ausentes. Este problema es muy grave, y nadie merece crecer en un ambiente turbio sin contención y padres que te den amor. Por eso, mientras pueda ayudar lo haré.
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